El finiquito es un proceso que se lleva a cabo cuando un trabajador deja su empleo y se liquida su relación laboral con la empresa. En Chile, el plazo máximo para realizar este proceso es de 30 días hábiles desde la fecha de terminación del contrato de trabajo.
Si un trabajador renuncia a su cargo, el finiquito debe ser realizado en el plazo de 30 días hábiles siguientes a la fecha de la renuncia. Si el empleador termina el contrato de trabajo, el finiquito debe ser realizado en un plazo de 30 días hábiles desde la fecha de terminación del contrato.
El finiquito incluye la liquidación de todas las remuneraciones y derechos adquiridos por el trabajador, tales como salarios, bonos, vacaciones, entre otros. También se debe entregar al trabajador un certificado de trabajo, que es un documento importante para su carrera profesional y para futuras referencias laborales.
Es importante tener en cuenta que si el finiquito no se realiza dentro del plazo de 30 días hábiles, el trabajador puede presentar una demanda laboral contra su antiguo empleador. Además, el incumplimiento del finiquito puede tener consecuencias negativas para la imagen de la empresa y afectar su reputación en el mercado.
En conclusión, el finiquito es un proceso importante para ambas partes en una relación laboral y es esencial que se realice dentro del plazo establecido de 30 días hábiles. Esto garantiza la protección de los derechos y remuneraciones de los trabajadores y ayuda a mantener una buena relación entre empleadores y trabajadores.